martes, 8 de diciembre de 2009

Una que otra

Caminando lento las plantas de los pies sienten ese dolor intenso de calor

Se van derritiendo y transformando en un cristal, para que luego, todo mi cuerpo sea un gran cristal en el medio de la playa.

En la noche, los borrachos me levantan, me escriben encima, me molestan y tocan mi cuerpo entero.

Prenden fuego porque no saben si es hielo.

Mas tarde me tiran en la orilla...

El mar empieza a subir y a empujarme, por mas que trato de hundir mis manos en la arena, lo sólido me convierte en una caja fuerte.


El cristal te salva del dolor
Te olvidas del presente

...para que me empujen al mar y olvidarme...

Olvidarme
Olvidarme


Olvidarme

Que se olviden
Que me olviden

NO DEBERÍAN EXISTIR RETRATOS HISTORIA DOLORES.

El olvido es un cristal que nos salva. Que vale millones y millones de kilómetros.

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