viernes, 9 de octubre de 2009

Dejé de escribir.

Ahora pienso.

Eran las 10 de la mañana, mi hermano estaba con una caña terrible porque habíamos celebrado nuestros 22 años en vida,
(algunos preferirían tenerme muerta, pero aquí estoy, para joderle la vida a muchos).

Salgo sola.

En esa época cuando todo NY tenía ipod yo caminaba de la mano de mi discman, un bolso de 5 kilos en pleno final de primavera, hacía calor, transpiraba pero no me importaba, tenía colgado el bolso rojo que me prestó mi amiga sueca en ese entonces, y caminaba, con el objetivo claro de llegar a Virgin y comprar lo primero que me sorprendiera.

Entré tímida, era primera vez que entraba a Virgin, a mis 22 años, ya en ese entonces, muchas personas del mundo habrían entrado unas 22 veces al año desde que tenían 5 años. Me sentía pequeña y avergonzada, en ese minuto me sentí parte del tercer mundo, debo confesarlo.

El primer stand que veo es uno de los Ramones, en esa época no existía en Chile todo el merchandising de grupos de música y también de los Ramones que 3 años después terminó por cagar el 90% de mis poleras.
Agarro una polera rosada de los ramones, la única talla, xs. Me la llevo.
Sigo mi caminata por películas, tecnología, y finalmente a los discos.
Una vez una persona me dijo que se llevaba los discos si es que le tincaba la carátula, a veces puede ser un acierto, otras el fracaso más grande.
Siguiendo las instrucciones, llego a estos puestos con audífonos en donde puedes escuchar el disco que te tincó por carátula, (no sigo al pie de la letra los consejos).
Y sí, fue un acierto, me llevo al carro el disco de Frou Frou o Imogen Heap que era el mío. Una voz suave en melodías pop que hablaban de amor de la manera mas mamona y linda. Me gusta.
...

Salgo de Virgin, Tímida en el gran bolso cambio el compac compilado por el nuevo, pienso, (tengo que comprarme un ipod).
Camino con el disco nuevo, para encontrarme con mi hermano en central park que iba a estar esperando para luego irnos a comer italiano y comentar nuestra noche desenfrenada de cumpleaños.

...

A pasado el tiempo, mi polera de los ramones se perdió. Fue en el concierto de los Killers cuando vinieron por primera vez a Chile, iba tan sudada que cuando pasamos a una casa antes del concierto, me prestaron otra polera. Mi polera quedó en ese auto y para nunca más recuperarla. Fue una gran pérdida que no he podido recuperarme. Incluso, mi amigo que iba en el auto, el responsable de la pérdida, me regalo una polera de los ramones zara que usé una vez. Triste.

Este año, pase mi cumpleaños número 26 en Isla Grande... pero eso se sabrá para cuando quiera hablar de eso. No compré nada, pero si gané una cantidad de paisajes que no puedo sacarme de la cabeza, océanos infinitos en costas que no dan ni ganas de caminar, solo mirar y deleitarse con otro mundo.

3 comentarios:

suequibell dijo...

E.L.C escribe: "...tenía colgado el bolso rojo que me prestó mi amiga sueca en ese entonces..."

YEAHGUA pregunta: "el entonces...es por el bolso o nuestra amistad?"

jajajajaja...con tus riss de sitcom!

Oye, es conchevino el color de es bolso...donde estara...probablemente en la bodega con todas las otras cosas de Chile...OH MY GOD...pronto estare ahi clasificando; tirar, regalar, quedar =) Y tú llamandome "it´s time for the sour"

YeaaaH!

Anónimo dijo...

Escribe más, me abre la azotea al mundo del otro.
Bien gráfico todo.
Volví de Colombia luego de un mes, con cambio de stich, con soltería again y el hígado dañado a punta de aguardiente.

Tribi

E.L.C dijo...

yegua. puedes regalarme a mi el bolso. no problem.

Tribi. los hígados no tienen vuelta, yo que tu lo cuido.